Nunca tuvimos tanta información en nuestras manos. Sin embargo, la adicción, la soledad o el derecho a la desconexión son problemas en auge. En apenas 10 años, nuestra relación con la tecnología ha cambiado radicalmente. Por ello, debemos ser conscientes de los beneficios pero también de los problemas asociados a su uso. Formarse y sensibilizarse sobre un uso razonable de los dispositivos digitales no es algo extraño o innecesario. Desconexión digital y salud están intímamente relacionados. Hoy hablamos sobre las patologías asociadas y analizamos datos sobre uso de tecnología y salud.

 

Efectos (negativos) en nuestra salud

  • Aumento de los problemas de visión. El uso masivo, desde edades tempranas, de las pantallas, ya sea el teléfono móvil, la tablet, los ordenadores o incluso la televisión, provoca que nuestros parpadeos por minuto disminuyan, dando lugar a la sequedad ocular y problemas de visión. Para mejorarlo, es importante disminuir el uso de pantallas antes de acostarte y al levantarte, así como reducir el brillo de la pantalla y colocar un filtro de luz azul a partir de las 21:00 de la noche, reduciendo la fatiga ocular y minimizando los trastornos del sueño asociados.
  • Adicciones: El tiempo de uso de redes sociales se ha multiplicado exponencialmente, porque la mayoría de apps tienen unos funcionamientos destinados a que pasemos la mayor parte del tiempo posible. Esto genera problemas de autoestima y autoimagen. La ansiedad y la depresión en los jóvenes ha aumentado un 70% en 25 años. 
  • El “Síndrome del FOMO” (Fear Of Missing Out), es una afección psicológica que combina la adicción a las redes sociales con una falsa visión de la aceptación social a través de las redes. De ahí nace el miedo actual a quedarnos fuera, no haber visto la última actualización de seres poco o nada conocidos por nosotros. Por otro lado, la nomofobia es la ansiedad por estar sin nuestro smartphone en la mano. Según un estudio de Allianz, afecta a más del 65% de los usuarios. Seguro que alguna vez te has olvidado el móvil en casa o la falta de batería te genera estrés o inseguridad, ¿cierto?
  • El ciberbullying o acoso a través de medios digitales: 7 de cada 10 jóvenes afirman haberlo experimentado. 
  • Tecnoestrés, un riesgo laboral psicosocial: fatiga mental, ansiedad, adicción o problemas de sueño relacionados, todos ellos, con el esfuerzo extra que requieren las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), dentro y fuera del trabajo. 

 

Impacto positivo en nuestra salud y  e-health.

No obstante, no debemos alarmarnos y menospreciar el impacto positivo de las redes sociales y las tecnologías digitales en nuestra salud. Existe un interés creciente por temas de salud, compartir experiencias, hablar de trastornos y patologías, campañas de visibilización de todo tipo de cuerpos (body positive), etc. ¡Pero, ojo! Más del 40% de los consumidores afirman verse influidos por la información sobre salud encontrada a través de los medios de comunicación sociales. Por ello, es necesario verificar noticias e ir siempre a medios de referencia. Recientemente, se ha ido popularizando el concepto de Salud Digital o #eHealth: se trata de la práctica de cuidados sanitarios que se apoya o se realiza mediante tecnologías de la información y las comunicaciones que abre nuevas y valiosas oportunidades de prevención y tratamiento. 

Especialmente en la adolescencia, los vínculos digitales no pueden sustituir el contacto real, social y presencial, pero todos hemos dado las gracias esta pandemia por poder contactar en lo virtual. Nos hacen sentir menos solos, pero su uso excesivo nos aísla y nos genera una sensación de vacío y soledad. Muy recomendable ver la serie, en España en Netflix, “El dilema de las redes sociales” habla sobre el sistema de falsas recompensas y cómo nos impacta la publicidad en las redes sociales.

 

Desconexión digital y salud: un derecho en el trabajo

El derecho a la desconexión digital en el ámbito laboral se ha regulado en 2020 a causa de la pandemia y el aumento del trabajo a distancia. Y es que, trabajando en casa, es más probable que un trabajador pueda recibir instrucciones fuera de su jornada laboral y el hecho de que, en la actualidad, estamos 24 horas conectados y, a menudo, con dispositivos particulares. Para minimizar el impacto negativo, es útil la limitación al uso de las tecnologías de la comunicación (mensajerías y correos electrónicos en su mayor medida) para garantizar el respeto de los horarios, así como los tiempos de descanso. ¿Tú también contestas mensajes con tu smartphone en la pausa del café o de la comida? Ya se trabaje de forma completa o parcial desde casa, tener dispositivos de la empresa, no personales, es una buena práctica para tener una mayor separación entre las horas de trabajo y las que no.

 

Valores y responsabilidad digital de las empresas

En Azul Comunicación creemos en la responsabilidad social de las empresas. Para ello, antes de conseguir un cambio positivo en la sociedad es necesario que nuestros trabajadores tengan un entorno laboral positivo y puedan convertirse en skateholders de nuestra marca. En el caso de la desconexión digital, recomendamos implementar una política interna dirigida a trabajadores, incluidos los que ocupen puestos directivos, en la que se defina como ejercer el derecho a la desconexión y prevea acciones de formación y de sensibilización sobre un uso razonable de las herramientas tecnológicas para evitar el riesgo de fatiga informática. Y por último, y no por ello menos importante, garantizar la intimidad frente al uso de dispositivos de videovigilancia y geolocalización. La desconexión digital no es, pues, el único derecho digital.

Este tema está candente y sigue estando abierto. Construir una ética de uso de las nuevas tecnologías es un reto como sociedad que tenemos todos, los usuarios y los creadores de contenido. Por último, una recomendación, el podcast Saliendo del círculo (temporada 3). El periodista y estudiante de psicología, Molo Cebrián, habla con expertos y testimonios sobre cómo mejorar nuestra relación con nuestros teléfonos “inteligentes”. A nosotras, escuchar simplemente nos hace tener una actitud más activa que con las imágenes. Descansamos  nuestros ojos y abrimos nuestra mente.